A partir de diciembre de 2016, los agricultores deberán acreditar en su cuaderno de explotación que realizan los tratamientos fitosanitarios con equipos que han superado la revisión técnica. De no hacerlo así, se arriesgarán a sanciones o a la pérdida de subvenciones, si bien, más que por la vía coercitiva, las instituciones y los equipos de inspección tratan de concienciar al agricultor sobre los beneficios que le supondrá el proceso de revisión de la maquinaria fitosanitaria.
Beneficios
Reducir la cantidad de fitosanitarios empleada y/o una mejora de la eficacia de la aplicación constituyen puntos clave que redundarán en un aumento de la rentabilidad de la explotación. Lograr una mayor seguridad en el trabajo o reducir la contaminación ambiental son otros de los beneficios con que se presentan las revisiones.
La rentabilidad aumentará al reducir la cantidad de producto usado o mejorar su eficiencia
Los expertos en la materia coinciden en los problemas de mantenimiento que aquejan a buena parte de la maquinaria fitosanitaria, si bien Tiaf, una de las empresas inspectoras que ya opera en Cataluña y Aragón, calcula que un 90% de equipos están superando las inspecciones sólo con pequeños cambios: “Los principales problemas que se pueden encontrar son por manómetros, filtros o boquillas que no funcionan correctamente y cambiarlos supone un pequeño gasto”, indica Tiaf en la prensa aragonesa.
Similares casos comentan desde Cataluña en la Iteaf Preven Control. En una de sus últimas inspecciones, en la cooperativa frutícola de Segria, el 100% de las inspecciones a atomizadores resultaron favorables.
Sustituciones
En el conjunto de Europa, se calcula que sólo un 1,5% de los equipos inspeccionados, unos 35.000, habrán de sustituirse de forma obligatoria por otros nuevos, según se recoge en un documento de la Unidad de Mecanización y Tecnología de la Universidad Politécnica de Valencia.
En la UE, se estima que se deberán reemplazar unos 35.000 equipos obsoletos
Tanto Tiaf como otras empresas inspectoras están desarrollando en sus respectivos ámbitos de actuación sesiones informativas para trasladar a los agricultores información sobre las inspecciones. También está previsto que los procesos de inspección incluyan una formación básica al agricultor sobre los parámetros medidos.
El coste de la inspección varía en función del equipo inspeccionado y de las tarifas establecidas en cada comunidad autónoma, que en principio presentan gran variabilidad. En Aragón, el coste ronda los 100-150 euros, en tanto que en Baleares el servicio oscila entre los 24 euros (sin visita a la explotación) y los 57 euros (con visita a la explotación).
Normas previas
Cada equipo de inspección establece una serie de normas que debe cumplir la maquinaria a inspeccionar. Algunas de las recomendaciones previas a la inspección son las siguientes:
- El propietario deberá limpiar el interior y el exterior de la máquina, sobre todo las partes que durante las aplicaciones estén en contacto con los productos pesticidas. Se recomienda desmontar una a una todas las boquillas y todas las mallas de los filtros
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